3 - Invitaciones de Baile





Producida la toma de Montevideo por las fuerzas inglesas en el año 1807, aparece la primera imprenta en nuestra ciudad. Hecho significativo en nuestra inicial relación con el tema que nos convoca y llama, el material gráfico impreso.
Esta imprenta se encargó de editar, en los 9 meses de ocupación y dominio inglés, el periódico semanal llamado la “Estrella del Sur”, cuya prédica tenía por base la libertad de comercio y resaltando, particularmente, las excelencias del sistema de aquel gobierno insular. Tiempo después, ya con la expulsión y definitivo abandono de los ingleses de la Plaza montevideana, dicha imprenta fue vendida a los talleres-imprenta de los “niños expósitos” de Buenos Aires, y así la podemos ver operando cuando los hechos revolucionarios de 1810 requerían sus servicios. A todo esto, los realistas de Montevideo, intentaron contrarrestar su influencia propagandística. A tales efectos la princesa Carlota Joaquina de Borbón, hermana de Fernando VII, envía desde Río de Janeiro lo que sería la segunda imprenta de la Plaza de nuestra ciudad.
Con la ocupación y posterior retirada de Montevideo de las fuerzas bonaerenses en 1815, llevaron consigo también esta segunda imprenta a Buenos Aires. Cabe señalar que ante la insistencia de Artigas para la devolución de la misma, efectivizada unos meses después de un enérgico reclamo, se restituye la misma pero, en realidad… era “poco lo que quedaba de la imprenta primitiva, que era una prensa  de 30 por 40 y cuyos tipos usados se habían perdido paulatinamente” (1).
Sus trabajos eran muy sencillos, incluso José Artigas se lamentaba de que no hubiese una persona idónea para hacerse cargo de dicha imprenta.
La operativa impresora quedó reducida a la confección de formularios, cartillas, versos e invitaciones. “Entre las piezas bibliográficas más importantes de este periodo, debe mencionarse el folleto que contiene la descripción de las Fiestas Mayas, realizadas en Montevideo en 1816”. (2)   Estas fiestas singulares nó volvieron a  repetirse en nuestra ciudad hasta mayo de 1829, ya bajo el gobierno patrio y con sus autoridades transitorias. Para festejar dicho acontecimiento, el 25 de Mayo de 1816, se realizaron diferentes espectáculos, entre los cuales, en horas de la noche, se realizó un sarao cuya invitación descubre el carácter y sentimiento de libertad que se vivía en esos momentos. Terminada la función en el Teatro Coliseo, se lanzaron fuegos artificiales para deleite del pueblo.
“A las once empezó el sarao en la nueva sala consistorial, concluida en menos tiempo del preciso para estas funciones y alhajada ricamente. La primer contradanza excedió de treinta y quatro parejas y quedaron los estrados ocupados de señores. Estas se esmeraron en la delicadeza de sus atavíos que daba un grado de poder a los alhagüeños dones de la naturaleza. A la mitad del festejo, se trasladó el concurso a otra sala de bastante capacidad en donde estaba prevenido el ambigú en una suntuosa mesa de cien cubiertos, distribuidos en ella varios ramilletes de figura piramidal.
El Bayle prosiguió después hasta que el sol empezó a verter sus doradas luces sobre nuestro suelo. “ (3)

La contradanza a la que se hace referencia, tiene un vasto arraigo a finales del S. XVIII y durante la primera mitad del S. XIX. Las preferidas y practicadas en la ciudad y el campo son la inglesa y, desde luego, la española.
Un viajero describía: “Todas las damas que ví en Montevideo valsaban y se movían en intrincadas figuras de la contradanza, con gracia inimitable como resultado de soltura y refinamientos naturales” (4).
Un año antes la ciudad estaba bajo las órdenes de Otorgués, hombre enviado por Artigas. Los bailes eran muy diferentes.

“No hubo familia honesta que no hubiese recibido brutales tratamientos, se consentían impugnementes actos de salvajismo, y dió bailes oficiales a las cuales asistieron las familias por temor y cuando le pareció bien, hizo apagar las luces para afrentar a las mujeres más respetables” . (5)


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1) Exposición Nacional de Artes Gráficas. Montevideo MXLV. Los orígenes de la imprenta en el
Uruguay. Juan E. Pivel Devoto.
2) Idem.
3) Biblioteca de Impresos Raros Americanos. Descripción de las Fiestas Cívicas celebradas en Montevideo. Universidad de la República. Montevideo MCMLI
4) La música en el Uruguay. Lauro Ayestarán. Montevideo, 1953.
5) Bosquejo histórico de la República Oriental del Uruguay. F. A. Berra, cuarta edición. Montevideo, 1895.



"S. M. F. El Rey N. S. cumple años el 13 de este mes, y á su celebridad dá bayle el exmo. Cabildo en su sala aquella noche. Quiera V. dignarse concurrir, en la inteligencia de que esta le servirá de entrada.- Sala capitular de Montevideo Mayo 9 de 1817.”

 Invitación dirigida a la familia de Álvarez Navia e hijos. Firma de Juan Correa Juez de fiestas. No contiene pie de imprenta pero seguramente por sus tipos sea la imprenta que dejaron abandonada las fuerzas artiguistas al entrar los portugueses en Montevideo, es decir, la segunda imprenta que tuvo la ciudad, conocida comúnmente como “la imprenta Carlota”.

En 1817, bajo el dominio portugués, su capitán general, Carlos Federico Lecor, trató de granjearse la voluntad y confianza de los habitantes, con el mismo fin con que procuraba poner en relación a los jefes oficiales de su ejército, con las familias más pudientes y encumbradas de la ciudad. Él mismo dio ejemplo al contraer matrimonio con una de las principales damas de la sociedad, la señora Doña Rosa de Herrera y Basavilbaso. Cuando la ocasión requería organizaba bailes como el que  celebró en honor a la fecha de nacimiento del rey de Portugal Juan VI, donde se iluminó la ciudad y se festejó con salvas de artillería, hechas tanto desde armas en tierra como desde los barcos ue se encontraban en el puerto de Montevideo. La ocasión fue recordada por Luis de Freycinet, autor y viajero de la expedición de las corvetas L´uranie y la Physicienne en los años 1817-1820. El libro fue impreso y publicado en París.
El 13 de Mayo de 1817, el Jefe de la expedición M. de Freycinet como el abate M. de Quelen, recibieron una invitación del general Lecor para concurrir a la cena, la cual recibió el siguiente comentario: “ésta fue servida fría, aunque abundante y bien preparada”. (6)

Luego se le informó que estaban invitados junto a la plana mayor, para asistir al baile que daba la ciudad en ocasión y la misma solemnidad: “Debía comenzar a las diez horas, al cual agregaba, que era muy tarde e imposible participar de esta a mis oficiales, quise sin embargo ir a dar una vuelta a ésta reunión para gozar del golpe de vista.

Las damas estaban bien adornadas y vestidas con gusto pero sus calzados ridiculamente mal hechos, no respondían ni a la pequeñez, ni a la forma de sus pies, vi pocas alhajas.” (7)

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(6) Anales Históricos de Montevideo. Montevideo 1961-1962
(7) Idem.




Invitacion de los municipales, para festejar el aniversario de Carlos Federico Lecor. 
Impreso, sin pie de imprenta de 1820

Los municipales de aquel tiempo no escatimaban en halagos  cuando tenían que dirigirse al “Barón de la laguna” (Carlos Federico Lecor), a tal punto que le organizaron un baile en el cabildo con motivo de su aniversario, en el libro titulado “Voyage Rio Grande Do Sul”, Brasil, por Auguste de Saint-Hilaire, en el capítulo VIII, referido a Montevideo relata los pormenores del movimiento de la ciudad.
Parece, como era tradición de época, asistir primero a la función del teatro. Auguste escribiría al respecto, la primera y más completa descripción de nuestro primer teatro, el de “la comedia”, sala fundadora del teatro nacional que se ubicaría en el solar que después ocuparía el “San Felipe”.

“Después del espectáculo fuimos al baile que tuvo lugar en una gran sala del Cabildo. Estaba absolutamente desprovista de adornos, pero me sorprendí al ver en una de las extremidades el retrato del rey de Portugal debajo del cual había dos cetros cruzados sobre un almohadón de terciopelo.
Los hombres estaban pie y las mujeres sentadas en banquetas, estas estaban perfectamente vestidas y gran número de ellas eran muy lindas, tenían mucha gracia y una amabilidad que no pude menos que admirar. No creo en Francia, en una ciudad de población similar a esta, se pueda reunir tantas mujeres de buen tono.” (8)


El relato continúa elogiando la nobleza de sus modales, pero contrariando con la frialdad de los hombres y comparando la velada con los bailes de Río Grandedonde las mesas eran servidas en abundancia y las del Cabildo de Montevideo eran muy austeras y poco generosas, como para creer que estaba destinada a la comida de media docena de niños.”  (9)


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(8) Anales Históricos de Montevideo. Montevideo 1961-1962
(9) Idem.



Invitación litográfica que lleva el escudo español, orlas a su alrededor bien dispuestas. Estaba dirigida a Pedro Zorrilla. Su trabajo es de la imprenta litográfica de Mége y Lebas ubicada en la calle 25 de Mayo 233. Estos juntos con Gielis fueron los tres litógrafos que durante la Guerra Grande realizaron las impresiones de mayor interés.




Durante la Guerra Grande, una vez que la población de Montevideo se persuadió de que Oribe no venía con el propósito de asaltar la Plaza, fue tal el entusiasmo y la afluencia de bailarines, que en Agosto de 1843 la policía se vio obligada a reglamentar esos espectáculos, que se difundían por toda la ciudad.Se dictó una ordenanza que señalaba que en adelante sólo podría bailarse en los días festivos desde las 2 de la tarde hasta las 8 de la noche. (10)
A principios de 1847 la población española de Montevideo festejó los regios enlaces, el 11 de Febrero, de S. M. / Doña Isabel Segunda/Reina de las Españas con su augusto primo, Sr. Infante de España Don Francisco de Asís de Borbón y de su alteza real la infanta / Da. María Luisa Fernanda con S. A. R. el Duque de Montpensier. (11)
“Las ceremonias comenzaron con una función de Iglesia (Misa y Te-Deum) a quién ha asistido el gobierno, las corporaciones nacionales y el cuerpo diplomático.
Al salir el sol la fragata “Perla” que estaba vistosamente empavesada, hizo salva de 21 cañonazos otra al mediodía, que contestó la plaza, y los buques de guerra de las estaciones extranjeras, la tercera al ponerse el sol.
El banquete y baile tuvieron lugar en la propiedad de Don Genaro Rivas, ubicada en la Plaza Independencia el banquete fue de trescientos cubiertos y el baile para ochocientas personas,”  cifras jamás alcanzadas hasta entonces en las fiestas sociales del Río de la Plata.
Durante éste se “oyeron algunos tiros de fusil, disparados por los enemigos desde sus puestos de avanzada sin duda querían incomodar a los del festín”. (12)

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(10) – Artículos publicados en “La Revista Española” Mont Imprenta Hispano Americana.
(11) Gral. Tomás de Iriarte “Memorias” Tomo XII “La nueva Troya 1847” Editorial y librería Goncourt. Buenos Aires 1971.
(12) Idem.



Estatuto dirigido a Luis Goodfroy. Sin pie de imprenta



En los últimos años de la “Guerra Grande” alguien lanzó la idea de realizar un gran baile mensual. El público aceptó la propuesta de inmediato, en el acto se suscribieron más de cien adherentes, formando una sociedad que se obligaba a pagar veinticuatro patacones por semestre. También tenía como regla la de realizar un programa de acercamiento de fomento de la cultura y divulgaciones de hábitos civilizadores.

La comisión designará en cada mes, el día que tendrá lugar el baile, pasando a los socios los billetes de invitación firmados por el Presidente, ocho días antes de los señalado.

“Los suscriptos jefes de familia usarán de su tarjeta de invitación para sí y las señoras y señorítas que constituyan aquella; péro no podrán introducir al baile a ningún caballero a escepción de alguno de sus hijos varones” (13)
El presente estatuto fue aprobado por la sociedad en Montevideo el 21 de Noviembre de 1849.“El primer baile tuvo lugar el 31 de Diciembre del mismo año, con una nutrida asistencia de 160 señoras y señoritas y un número bastante mayor de caballeros, desde ese momento el baile mensual no dejó de realizarse una sola vez”. (14)

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(13)  Estatutos del Baile Mensual. Montevideo  
(14)  Anales Históricos del Uruguay  - Eduardo Acevedo- Barreiro y Ramos S. A.


Invitación a la familia de José Sienra

La Guerra Grande a pesar de ser tan extensa, no sumergió las actividades mundanas de la alta sociedad en el ostracismo
No faltaban las reuniones en casas de familias, donde  hablar de asuntos de sociedad, temas políticos, escuchar música, y bailar, hasta altas horas de la noche.
Los bailes de carnaval eran los preferidos, aunque también menudearon las grandes reuniones donde concurría “lo más distinguido y aristocrático de nuestro mundo”.(1)
Podemos señalar que el baile organizado por Mariano Maza, dedicado a las DAMAS
ORIENTALES fue de los más destacados.
Mariano Maza era un militar argentino nacido en Buenos Aires en 1809, incorporado al
ejército nacional con el mismo grado de coronel que tenía en su patria.
La primera vez que actuó en asuntos uruguayos fue en 1842, cuando con el título de
 comandante en jefe de las fuerzas marítimas, intentó una incursión por mar sobre Montevideo,  sufriendo un violento rechazo.
Jefe favorito del general Oribe, concluyó emparentándose al titulado presidente legal, por matrimonio con una de sus hijas y tuvo en el Cerrito, una influencia notoria.(2)
Por lo visto no descartamos que en el baile haya estado presente el Brigadier General Manuel Oribe.

ESCRITOS POLITICOS Y LITERARIOS DE D. ANDRÉS LAMAS DURANTE LA GUERRA CONTRA LA TIRANÍA DE D. JUAN MANUEL DE ROSAS.

 Tenga relación
La verga y degüello
Por esta traición
Que el santo sistema
De federación
Les da á los salvajes,
Violín y   violón.

``El violín y violón, es una frase que nuestros lectores no pueden haber olvidado, fue empleada por Mariano Maza, para anunciar el degüello de los prisioneros de Catamarca.
Desde entonces, ella  fué admitida en el vocabulario de Rosas para expresar el degüello  y la decapitación. La canción que citamos y que se denomina violín y violón, se canta en los ejércitos de Rosas.
 Con relación a la acción de Catamarca Mariano Maza informaba,- Exmo. Sr. Gobernador, D.C.A. Arredondo.   Noviembre 4 de 1841.
--En fin mi amigo, la fuerza de este salvaje unitario tenaz, pasaba de seiscientos hombres, y todos han concluido, pues  así les prometí  pasarlos á cuchillo.´´ (3)

Tin tin de la Aguada
Ton ton del Cordón
Hay vienen los blancos
Tocando el violón.   

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(1)- Boulevard Sarandí-Milton Schinca-Ediciones de Banda Oriental
(2)-- Diccionario Uruguayo de Biografías 1810- 1840- Librería Anticuaria Americana- Adolfo Linardi.
(3)- Ángel  J. Carranza. Buenos Aires 1877





Invitación de Justino M. Viana y Sra. En su casa-quinta del Miguelete, participando al Sr. Juan Horne y Flia. Litografía de Mége  y Williams.

La tertulia española se arraigó como forma de sociabilidad hogareña, las damas montevideanas no se hacían rogar para demostrar sus habilidades al momento de tocar la guitarra, el arpa, el piano o bailar.
Nuestra sociedad, a pesar de los momentos difíciles que tuvo que atravesar, como se señaló anteriormente, siempre buscó la manera de divertirse y pasarla mejor. En este género predilecto pueden ubicarse los paseos campestres y las tertulias caseras.
No había familia que no organizara estas tertulias, muchas veces improvisándolas y otras, con una pequeña directriz, pero no dejando de tener el sentido familiar.
Por lo general duraban hasta las doce de la noche, se servía un té, el refresco consistía en agua fresca, en otras ocasiones según la disponibilidad de la familia chocolate caliente, sin grandes cenas, ni grandes mesas.
La reunión tenía como propósito principal divertirse y bailar, y no había noche de la semana que no se sintiesen los compases de la música en alguna finca.
Generalmente antes de comenzar el baile se empezaba tratando de familiarizarse entre los concurrentes, con un juego para entrar en confianza.
Este podía ser uno de prendas, lotería de cartones, el gran bonete u otros juegos, verdaderamente infantiles o inocentes que a su vez eran amenizados por alguna señora tocando su instrumento musical predilecto.
Las tertulias caseras ejercieron su buena como eficaz influencia para el cultivo de las relaciones amistosas entre todas las familias de este pueblo y además para el buen trato social y educación de la juventud, Fueron también de benéficos resultados para los enlaces matrimoniales, pues con el continuo trato, salían de esas tertulias todos los compromisos entre los jóvenes concluyendo muy pronto por estrechos y dulces lazos de himeneo. (15)

Para las personas adultas fueron lugar de reunión en diferentes épocas, para compartir ideas políticas, sucesos y acontecimientos revolucionarios, a la vez que se formaban y fraguaban proyectos de ayuda y cooperación, así que en cierto grado fueron benéficos dentro del sentido social y en proyección política. 

Marcelo Vignali, en su libro Salón de baile y guía del trato social (1901), nos da referencias necesarias de la forma que debían conducirse para este tipo de reuniones, de baile familiar o íntimo.
“Éstas son las más frecuentes y los más codiciados por la juventud, pues allí solamente la intuición y la educación de cada uno indican las reglas de conducta que deben guardar los concurrentes prescindiendo de tirantez o pedantería, a la que a veces están obligados los que asisten a una reunión de rigurosa ceremonia.
El traje para ello es el de paseo.”

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(15) Nuevas Cosas de Antaño- Antonio N. Pereira – Mont. 1898


Litografía
Invitación realizada por el industrial Rollacher, establecido en Salto en 1871,
A quien ayudaban sus hijas, una grabadora y otra impresora.



La paz alcanzada en 1872, dando por finalizada la Revolución de las lanzas, considerada el mayor enfrentamiento y magnitud entre blancos y colorados después de la Guerra Grande, dio rienda suelta al júbilo popular, y a la organización de grandes festejos por parte de la Comisión de Gobierno. Estas se celebrarán, decía el programa oficial, durante los días y noches del 21, 22 y 23 del mes de Abril.

El primer día, 21 del corriente, un gran Te-Deum oficial en la iglesia Matriz, al que asistirán todas las corporaciones  civiles y militares, concluido este se abrirán los juegos de agua en la plazas públicas y se dará entrada al pueblo en el jardín de la Plaza Cagancha.
A las 11 de la mañana del día 21 concurrirán a la Plaza Cagancha  los niños de las escuelas públicas del municipio, con banderas y bandas a tocar el Himno de la Paz.
Durante esa y las siguientes noches habrá una gran iluminación a gas, de los frentes de la Iglesia Matriz y el cabildo, así como de la fuente de la Plaza Constitución
En la fachada oeste del mercado viejo, una gran fuente eléctrica iluminará durante las tres noches. La primera noche soberbios fuegos artificiales colocados en la altura del mercado viejo con frente a la Plaza Independencia, los que principiarán a quemarse a las 7 y ½ en punto, la segunda y tercer noche habrá globos, bombas y cohetes, música etc, etc, con la mayor profusión. Se habriran desde el primer día de las funciones, los kioskos, en las plazas para expender cedulillas.
Durante las fiestas, las bandas militares de la guarnición tocarán difíciles y escogidas pieza, ensayadas con ese objeto, así como el Himno Nacional, tocado a la vez por todas las bandas.
 La Comisión    

Se dispuso una comisión de baile formada por D. Pedro Márquez, José P. Ramírez, José P. Varela, cuyo cometido era “hacer parte del programa un grandioso baile en el Solís, la iluminación de la Matriz, y la formación de un Paseo bajo los arcos triunfales en calle 18 de Julio hasta la Plaza Cagancha, en cuyo punto habrá un magnifico jardín. (16)
El ferrocarril informaba en su edición del 2 de Mayo "que según nuestros corresponsales y por las descripciones que leemos en los periódicos de las diferentes localidades de nuestra campaña, no ha habido un solo pueblo de la República que no haya festejado alborozado la paz firmada el 6 de Abril.
Bailes, iluminación, fuegos artificiales nada ha faltado, tomando fraternalmente blancos y colorados pueblo y autoridad.
En Salto se festejó con un gran baile el 27 de Abril en el teatro viejo llamado así por  los lugareños, construido a principios de 1850, con una emisión de acciones al precio de una onza. Fue el primero del litoral y se llamaba Teatro de Salto, dentro del programa de festejos figura la iluminación eléctrica de la calle Uruguay.” (17)

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(16) diario el Ferrocarril.
(17) Historia General de la Ciudad y el Departamento del Salto – José M. Fernández Saldaña y Cesar Miranda. Imp. Nacional Mont. 1920.



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