sábado, 27 de diciembre de 2014

A modo de Introducción



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Tal vez fuera en mis años de estudiante, donde la Historia Nacional, mi materia preferida, se distinguiera como un faro guía e hilo conductor de muchas de mis actividades posteriores a lo largo de mi vida. En especial, todas aquellas labores de recolección y almacenamiento de objetos, libros e información esencialmente de carácter nacional  y regional, detalles e iconografía, documentos e historial diverso, algo informal y algo caótico también, que devinieron en acumulación, clasificación y primer ordenamiento, hasta llegar a realizar, con su tiempo de maduración, exposiciones con diverso grado de satisfacción y reconocimiento en nuestro medio.
Siempre quise verme integrado y aportando a nuestro acervo cultural en sus diferentes manifestaciones. De esta manera me fui aproximando por el lado de lo filatélico a temáticas como la del Puerto de Montevideo. En este tema en particular se conformó un primer trabajo que finalmente pudo ser expuesto dentro de la filatelia sin participar en las categorías tradicionales/convencionales preestablecidas sino en una nueva modalidad de exposición llamada open class/clase abierta, la que otorgaba la libertad (siempre que se siguieran determinadas reglas) de conjugar material filatélico especifico acompañado de piezas no filatélicas referidas al tema de la exposición. El título de dicho trabajo fue justamente: El  puerto de Montevideo. Trataba de su historia y se dividía en capítulos donde podían observarse sellos relativos a la temática en cuestión pero con el agregado de un material destacado y accesorio compuesto –entre otros- de: pasajes de barco a vela y vapor, despachos de aduana, menús de muy variadas compañías navieras, reglamentaciones aduaneras, tarjetas y medallas conmemorativas vinculadas a nuestro puerto de Montevideo. Etc. Etc.
Revisando los materiales existentes y estudiando más a fondo  todo lo relativo a nuestro puerto, encontré información abundante y destacada por parte de los historiadores pero con una escasa iconografía concreta del material referido. Imagino las dificultades para acceder al material y documentos de primer orden en lo lejano del tiempo y el hecho de que no pocas veces se elaboraban referencias históricas provenientes de compiladores anteriores, y que tal vez ellos tampoco pudieran contemplar y verificar directamente la información obtenida. Hay que consignar que gran parte de la fuente de esos datos provenían de archivos perecederos como diarios, gacetillas, sueltos que a veces recalaban en el esfuerzo de prolijas y cuidadosas manos  preservadoras en bibliotecas y museos.
En la actualidad, los libros referentes a material histórico e iconográfico sobre diversos y muy variados tópicos de nuestra historia, son muy valiosos pero siguen adoleciendo de escasez de imágenes que acompañen su muy estimable significación.
Volviendo a la acumulación de objetos y documentos que fui concentrando en lugares apropiados para su conservación y posterior utilidad, debo reconocer que hubo varias marchas y contramarchas y momentos clave, donde fue madurando la idea de concentrar hasta lo muy  efímero como un pequeño testimonio o algo de singular importancia. Allí aparecieron, entonces, un sinfín de ephemeras que habitaron toda mi casa armando su propio revuelo, a modo de ejemplo: tarjetas devocionales, cromos de publicidad, cartones comerciales, boletos de tranvía, almanaques de bolsillo, invitaciones de baile y de teatro, avisos de sepelio, anuncios antiguos, boletas contables, tarjetas de felicitaciones, tarjetas de amistad, etc, etc, etc. Nada de lo acumulado en esa línea parecía tener ambición de trascendencia y sin embargo la vida misma parecía estar allí, con total contundencia y en ese aire grafico sin ambición de trascendencia o deseosas de eternidad.
Cuando pude mostrar a mis amigos algo de lo que estaba haciendo, ellos terminaron por señalar, seguramente con generosidad de concepto y estima por demás claramente subjetiva… que yo tenía la auténtica virtud de coleccionar el mundo y sus alrededores. Pero sabía bien del desafío que representaba darle forma a lo acumulado en mucho   tiempo, y que sirviera en un futuro.   Confiaba en que todo un trabajo de años empezara a cobrar sentido y un legítimo nexo hilvanara su posible unidad profunda. En ese momento llega a mis manos un libro publicado en España con el sugestivo título: EPHEMERA, La vida sobre papel. Al leerlo me percaté inmediatamente que ese trabajo obraría como un comienzo de solución a problemas que me venían preocupando en torno a organización y clasificación de todo un añejo y muy diverso material acumulado.
Esa realidad, desde la mirada o ventana de lo complejo y las dificultades  que presuponía organizar, clasificar, acondicionar y resguardar hasta “lo inclasificable”, vislumbramos algo del camino que había sido arduamente transitado y experimentado por bibliotecarios, investigadores, estudiosos y coleccionistas, al adquirir, recibir y comprar importantes reservas y bibliotecas con un sinfín de materiales inherentes a su profesión y “anexos”  no propiamente bibliográficos. Toda una labor tan trabajosa como reveladora con momentos obviamente deslumbradores y apasionantes. Toda una memoria permanente para nuevas generaciones.
Es en la década de los 70’ donde aparece el término ephemera con el uso y definición que hoy conocemos: todo aquel material gráfico pasible de ser descartable una vez cumplido su fugaz, leve  utilidad.
Este trabajo que ahora expongo intenta hacer referencia a los múltiples impresos extraños y  no menos variadas expresiones gráficas que he ido descubriendo, pausada e incansablemente, desde mi primera colección algo rigurosa, agregando datos corroborados, e información destacada de su relación comercial, social, cultural. Algo del fin para el que habían sido creadas.
Si cada uno de nosotros pudiéramos sospechar el alcance sugestivo del significado ephemera y a la vez pudiéramos ahondar en la mirada para obtener un amplio y profundo cuadro de aquellos elementos que nos han acompañado desde su insignificancia  y brevedad cotidiana, nos daríamos cuenta de la infinidad de lo efímero convertido en perdurable. Ello, no tengo dudas, contribuye al rescate de nuestro pasado, a sus diferentes e instantáneas formas manifiestas revelando modismos y costumbres, parte también de un entramado patrimonial no desdeñable. No en vano nos llega el perfume de una frase y una voz popular que nos dice, con cierta y genuina nostálgica: tal vez  todo tiempo pasado ha sido mejor. 



CONCEPTO DE LA PALABRA EPHEMERA

La palabra ephemera  es de origen  griego y procede de un plural neutro en latín.Se aplica a lo que dura solo un día, como algunos insectos y plantas que cumplen su ciclo de vida en  un período muy corto.

Los primeros en estudiar el tema  fueron  especialistas europeos y americanos que tanto en sus bibliotecas y archivos,  poseían  gran acumulación de material , que no podía clasificarse dentro de los estándares  normales de información, como ocurre con los documentos históricos ya sean bandos,  oficios,  proclamas etc, etc.
Es a partir de la obra PRINTED EPHEMERA de John Lewis, que utiliza el término para referirse a una serie de obras impresas  realizadas en papel , que surgen los primeros estudios acerca del alcance, límites y las mejores formas de acceso y organización.
Algunas de las definiciones aportadas en el libro publicado por la biblioteca nacional de España, EPHEMERA –LA VIDA SOBRE PAPEL , demuestran todavía la juventud del  concepto al cual sigue en estudio no del todo definido
John E. Pemberton define ephemera,” documentos que han sido  producidos en relación con un acontecimiento determinado o un artículo de interés actual y que no pretenden sobrevivir a la actualidad del mensaje”.
Por otra parte, Clinton en su definición contempla otras expectativas  al señalar “una documentación impresa o casi impresa que escapa a los canales normales de publicación, venta y control bibliográfico. Cubre tanto publicaciones que están libremente disponibles para el público en general como otras destinadas a una tirada limitada y específica para los bibliotecarios, esto viene definido por el hecho de que tiende a resistirse a un tratamiento convencional en cuanto adquisición organización y almacenamiento y ello puede no justificar una catalogación completa.”
 Ambas definiciones tratan en cierta manera el problema en que se encontraban y todavía padecen  quienes no aplicaron una solución posible para el tratamiento de clasificación de todos los elementos acumulados en bibliotecas y archivos, es indudable que tratar una colección de ephemera encierra una amplia valoración subjetiva de todos los elementos que pueden conformarla.
Su integración puede tener una visión diferente de un coleccionista, como de un bibliotecario o archivista; a modo de ejemplo; la biblioteca nacional de ESPAÑA en su clasificación, señala como categoría de ephemera, los juegos de teatro y las tarjetas postales, desde mi  punto de vista no cumplen los parámetros de la definiciones señaladas, sin embargo sume a ésta, dos  nuevos  ítems más acorde con la clasificación- LISTAS, FOLLETOS Y PROPAGANDA POLÍTICA – EX-LIBRIS Y ETIQUETAS DE LIBRERÍA, ENCUADERNADORES.
Es debido a que la definición del término todavía están en discusión, que reducir en pocas palabras la variedad de elementos que se mencionan hace necesario  continuar con un  adecuado estudio , para señalar el criterio de sus límites.

Ermanno Detti en su libro LE CARTE POVERE define ésta, como el impreso producido de una sola hoja o de pocas páginas que utilizando palabras y sobretodo imágenes, son el medio de comunicación con las grandes masas. Cromos, estampas devocionales, cajas de fósforos, menús, calendarios perfumados, etc. son impresos históricamente a nuestro entender no muy antiguos, que fueron pensados y confeccionados para una larga difusión. La titula CARTE POVERE porque no tiene la riqueza de un libro, o la dignidad de un periódico, será por eso  que generalmente han sido poco consideradas.






BREVE HISTORIA DEL DISEÑO GRÁFICO


En la antigüedad, la pintura, el dibujo, escultura, el mosaico y sus soportes, la tabla, lienzo, muro, piedra, mármol, han podido sobrevivir hasta nuestros días, convirtiéndose en obras de arte, sin embargo la función informativa temporal por la que fueron creadas se ha perdido.
Los procedimientos técnicos de impresión seriada, utilizaron en sus diferentes etapas los medios tecnológicos que estaban a su alcance, tratando de informar y convencer de sus propósitos.  La construcción de templos y estatuas por parte de los griegos, afirmaba su predominio religioso, cultural y de poder, a través de la implantación sistemática de un modelo o marca distintiva.
La información visual adquiere un valor persuasivo poderoso, la ciudad se convierte en el centro económico del estado donde es necesario dirigir ordenadamente los mensajes a todas las colectividades. (culta o analfabeta)

La oratoria y la representación gráfica los principales medios de información, han sido de uso exclusivo del estado y de la iglesia, pero hasta el siglo XIX fue la voz, el vehículo común de difusión, el uso de la escritura estaba reservada a las clases altas. 


Manuscrito firmado por Juan José de Vértiz y Salcedo, Montevideo 24 de Octubre de 1777.
Se da noticia de celebrarse en la puerta del Cabildo de esta ciudad el remate de abasto de carne, para las tropas de tierra y tripulaciones de los buques de su Magestad. En el se señala que estando presente la oferta de Don Manuel Correa Morales y por ser al mejor postor se avise por “ La voz del pregonero el Pardo Dominguez Reyes, que suple de tal, diciendo en altura einteligibles vozes, mejoren la propuesta.”
El principal antecedente histórico de diseño tipográfico moderno, es la escritura lapidaria (epigráfica), donde alcanza niveles de calidad formal, proporción, belleza de diseño de tipo, sus letras en mayúscula, disposición en líneas horizontales alineadas de derecha a izquierda, corrigiendo los espacios entre letras.
La costumbre de los griegos y romanos de dirigir sus mensajes a los dioses era en letra mayúscula, como verdadero método de rigor formal, solemnidad,  determinante para los primeros grabadores de tipos. Las ordenanzas reales, anuncios ecleseásticos, tenían un grado superior de jerarquía,  inclusive hoy en día se sigue utilizando esa antigua formalidad, los edificios públicos como las construcciones importantes de época, tienen sus nombres  en las fachadas,  utilizando los caracteres en letra mayúscula.
( PALACIO SALVO – PALACIO DIAZ- PALACIO BRASIL)

Claro ejemplo de lo jerárquico y autoritario representado en letra mayúscula.
Instrucción del Rey que deben guardar sus súbditos- Madrid 1763.
La ampliación en Roma de la actividad comercial e industrial, propiciada por el desarrollo urbanístico crean las condiciones propicias para  iniciativas gráficas. Comerciantes, hombres de oficio disponían de una enseña colgante, en excavaciones se han encontrado verdaderos ejemplos de este tipo de identificación. En Pompeya un mosaico con la imagen de un perro, alertaba con un rótulo, como hoy disponemos en nuestros jardines como señal de advertencia. El más antiguo diseño corporativo descubierto hasta el momento, corresponde a la ciudad de Misua, donde una compañía de navegación estaba representada por dos barcos, un faro, y varios peces. Los romanos introdujeron en su relación comercial toda clase de sellos (timbres), contratos, marcas personales de reconocimiento, garantías. Los comerciantes de vinos y  aceites, colocaban los sellos con sus logotipos en los cuellos de las ánforas, muy similares a los utilizados en el presente. Lamentablemente los artistas como dibujantes, grabadores, talladores, calígrafos, no alcanzaron el rango de admiración por los trabajos realizados, incluso hasta entrado el siglo XX, quedando en absoluto anonimato.
Es el cristianismo que elabora una verdadera política de imágenes de grandes proporciones dirigida a las clases analfabetas, alternándose con en el estado en la elaboración de un ambicioso programa de diseño de imagen de identidad. Los comerciantes para su reconocimiento como señalamos anteriormente, colgaban sus productos de venta encima de la puerta, estos fueron sustituidos por referencias icónicas más aproximadas, pintado sobre hierro recortado, en una escala mayor a la natural para una gran visibilidad, Esta práctica aún se conserva en muchos centros comerciales, casinos, casa de ventas de autos,   electrodomésticos.
El grabado sobre madera (xilográfico), aparece en Europa en la primera mitad del siglo XIV, y con ello la estampación. La xilografía es el primer procedimiento de multiplicación seriada y mecánica de copias idénticas, a partir de un original; ésta producción de imágenes facilita el consumo y la comunicación por parte de la población, pero circunscripta a su distribución por parte del estado y la iglesia. Inclusive cuando surgen iniciativas privadas para la utilización de imágenes estampadas sobre papel, (ejemplo: “los naipes;”) es el estado que saca el mayor provecho, al gravar con impuestos su venta en beneficio de las autoridades competentes, una forma de seguir ejerciendo el control.




Documento del Virrey Joaquín del Pino donde se señala las rentas de tabaco y naipes.



Alrededor del año de 1440 Gutemberg  inventa en Alemania un procedimiento de impresión de tipos móviles, intercambiables y reutilizables, nace la imprenta tipográfica y con ella la difusión a gran escala de los libros. El orfebre florentino Tomaso Finiguerra, ensaya con éxito un procedimiento de grabado sobre plancha de cobre llamado calcografía, logrando una serie de ventajas técnicas sobre el grabado de madera. Una de las aplicaciones inmediatas fue la producción de etiquetas de farmacias o boticas, especies, librerías, tabaco, ex libris etc. etc. Con la burguesía próspera, instalada como poder central en la actividad mercantil, industrial y económica, se suscita en forma acelerada el progreso de  la publicidad impresa.







Impresos aobre plancha de cobre



 En 1709 aparece en Inglaterra el primer diario, siguiéndole unos años después uno exclusivamente comercial .La imprenta, el periódico especialmente, fue el método más poderoso y práctico, para la difusión de las ideas. Este ha sido siempre la preocupación de las autoridades que cuando no pudieron controlarlo manejaron métodos de censura. “Los ingleses trajeron  (Montevideo) la imprenta como el arma más eficaz, rápida y convincente, en su plan de organización invasora, para la conquista definitiva con lo cual consiguieron más resultado que con los cañones.”  El 9 de mayo de 1807 apareció el “PROSPECTUS”, en el se exponían su programa periodístico y publicitario, bajo el auspicio de las estrictas normas e, influencias inglesas en la libertad individual y comercial. LA ESTRELLA DEL SUR el semanario, duró solo siete números, su tipografía era moderna de mejor calidad y gusto, en contraposición de la utilizada por los españoles en Buenos Aires.  La tipografía de la escuela inglesa tenía una disposición arquitectónica BASKERVILLE-BODONIANA, ritmo armónico, equilibrio, y estilo. En el RIO DE LA PLATA ya existía un periódico español fundado en 1801 en Buenos Aires, el “TELEGRAFO MERCANTIL” impreso en la “IMPRENTA DE LOS NIÑOS EXPOSITOS”. El comercio inglés, a juzgar por los avisos dedicados a ramos generales, introdujo una gran cantidad de mercaderías, comestibles, bebidas, productos manufacturados del rubro textil etc, siendo posible que muchos impresos en forma de etiquetas de éstas, se encuentren perdidos en algún lugar de nuestros archivos, bibliotecas, o tal vez en manos de algún coleccionista. La “IMPRENTA DE LA CIUDAD DE MONTEVIDEO”, llegó en 1810 y estuvo al servicio del cabildo, para difundir las ideas políticas del núcleo español que resistían los embates de las ideas revolucionarias de Buenos Aires. La “GACETA DE MONTEVIDEO” su primer número apareció el 3 de octubre de 1810, y se editó sin dejar de funcionar un solo día, hasta 1814 que Alvear se llevó la imprenta a  Buenos Aires.




   Muy cercano a los acontecimientos señalados  se conoce uno de los pasatiempos que están al alcance de todas las economías, las siluetas chinas, generalmente de color negro y recortables. Europa se asombra con  un juego de siete piezas, que consiste también en formar siluetas de figuras,  utilizando la totalidad de estas, es el TANGRAM juego chino muy antiguo, en sus principios apropiado para mujeres y niños, hasta convertirse en una diversión universal para todas las personas. Los libros europeos copiaron las figuras chinas originales, el producto se vendió como un  objeto, tarjetas de siluetas de cartón, piezas de  marfil ,y envoltorios en forma de caja.




Desde 1789 hasta nuestros días la práctica de la propaganda política introduce un nuevo instrumento para la agresiva dialéctica gráfica, la caricatura, esta forma metafórica de protesta y de denuncia, no solo se aplica a la prensa, sino también a la publicidad comercial.







En 1796, el músico alemán Alois Senefelder inventa por azar la litografía (impresión sobre piedra) con su desarrollo, supera definitivamente el obstáculo que significaba la aplicación del color en los impresos y que permitió al propio artista realizar moldes con suma facilidad. Este proceso tecnológico, sustituye las antiguas prensas por nuevos ingenios mecánicos.



La inauguración de la primera gran exposición universal celebrada en Londres en 1851, despierta el sentido propagandista de la industria, disputando con París, la hegemonía de ese campo. Ofrecía al visitante los grandes avances de la industria y el comercio, entre las cuales se encuentran las nuevas máquinas a vapor semiautomáticas, para uso de las imprentas. La publicidad y el diseño gráfico apuntan su caudal de propaganda  hacia los bienes de consumo, la novedad es la aparición de la figura femenina como símbolo de atracción sensual (la mujer objeto). Con el correr del siglo XIX los diferentes productos invaden en forma de etiquetas las estanterías domésticas, salas de costura, permitiendo que un sinfín de glorias patrióticas, militares, personajes, niños, mujeres, etc. se degusten en una bebida, se huelan en un perfume, se saboreen en un chocolate, o alguien se sienta halagado por una tarjeta de recordatorio .El artista, el diseño, la impresión, el color, han realizado el milagro de conceder a estos impresos denominados ephemera, que personas de diferentes nacionalidades, ámbitos, estructuras culturales, salgan al rescate de este pequeño papel que rige cada instante de nuestras vidas, para poder transformar lo efímero en un mensaje perdurable.



Diferentes cromos de la mujer “Objeto” sobre artículos varios:, (1) máquina de coser, (2) pastilla para la fuerza vital y  potencialidad del hombre, (3) jabón (4)bebida de un purgante y antiácido 


El diseño gráfico – Desde los orígenes hasta nuestros días- Enric Satué— Alianza Editorial     
LAS MIL Y  UNA COSAS—El arte de lo cotidiano-Gustavo Tejería Loppacher
Dos Siglos de Publicidad en la Historia del Uruguay—Jacinto A. Duarte